7 de marzo de 2011

Sueños e historias

Ayer soñe con una gran historia todas las imagenes se me vienen a la mente con una nítidez imperturbable, especilamente la mano sobre el pecho blanco la sensualidad fue majestuosa. En si el sueño completo fue vital una historia completa de principio a fin, un viaje en tren, dos se subian para estar juntos aun que no iban al mismo lugar, aun que lo único que querian era estar juntos. Pero el impedimento: la descriminación, un japones en latinoamérica, en casa de una familia con mucho dinero, la abuela era mi abuela que no podia despedirlo, aun que sabia que su nieta habia perdido la virginidad con el, y la tía que era al final quien limpiaba y ejecutaba todas las decisiones de la abuelita. El amor que se tenian, encuentros furtivos en la biblioteca, en la cocina y la escena final el reemplazo de la mamá quien era la empleada doméstica de la casa por otra japonesa, esa escena que representaba ese fín, fue la quema de todos los trabajos del colegio del japones que nunca logre entender si era el o yo, o ella era yo o mi alter ego, pero esa quema de todo fue el final de estar en la casa, y en su cabeza el monólogo, saber que habia dado a cambio por ese amor que tenia, y un recuento mental de lo que tenia que dejar, que cuadernos quemar, o a donde ir, que lapices de colores dejar o cuales le permitirian llevar. Termino mi sueño con una escena de puertas, la tía en la puerta despidiendo al japones y su mamá allí, ego aparecio y el incosciente volvio a esperar, tal vez hoy en la noche me regale otra historia de trenes, de amores, de latinoamérica, de segregación, pero sobre todo otra historia.