24 de febrero de 2014

Gracias Dr.Cowan

Llevo como cuatro horas jugando con mi mente, cosa que no hago muy a menudo porque siempre tengo algo que hacer, pero ayer con mi hijo de ocho años hice una lista de las cosas importantes para él, eso del hábito de Covey lo está llevando a hacer estas cosas. Me puse a pensar en la mía, entre el asunto de Venezuela que me tiene realmente disgustada, y la política de este país, la historia la estamos repitiendo sin dar lugar a que puedan darse cambios sociales relevantes. Mi pregunta va más por mis hijos, el mundo no me asusta, pero quiero estar segura que les estoy dando herramientas importantes para que puedan superar los problemas que les vienen. Así le di una vuelta a la web, me encontré con un artículo fantástico (http://www.mindbodygreen.com/0-10250/11-things-i-wish-every-parent-knew.html) del Doctor Stephen Cowan. Él cómo pediatra nos cuenta las cosas que le gustaría que todo padre realmente supiera, me imagino que después de 25 años de práctica profesional ha visto cosas, las lei y me parecieron fenomenales, así que voy a hacer algo que no hago muy a menudo pero hoy vale la pena, las traduje en versión Clara, ya saben agregándole aquí y allá mis propia chispas de chocolate: 11 cosas que todos los padres deberían saber
1. Crecer y desarrollarse no son una carrera (especialmente entre mamas, tu hijo es más que el mío). Pareciera que queremos que el crecimiento se diera pero inmediatamente, en el mundo actual nuestra necesidad de velocidad y efectividad nos han hecho olvidar que una buena fruta necesita tiempo para madurar pero sobre todo alimentar las raíces. Hay que poner atención al suelo que soporta la vida de nuestros hijos, camina con ellos, come con ellos, jueguen juntos, cuéntale historias de tu propia niñez, hazlo parte de tu vida cotidiana.
2. Crear tradiciones familiares fomenta las fuertes raíces y una vida saludable. Solo con tiempo y práctica se logran crear tradiciones que son sagradas porque promueven los lazos de amor e intimidad, crean una cierta confianza que un niño lleva a través del mundo.
3. Crecemos en ciclos, hay un ritmo y un pulso en la vida de cada niño, a veces rápido e intenso, a veces despacio y quieto. Así como cada primavera trae en sentimiento renovador de apreciación de la vida, cada etapa de la vida de un niño es un tiempo para para maravillarse y descubrirlo. Después de todo aprender es no solo un proceso de acumular información, es un proceso de transformar nuestras ideas, y a veces esto requiere olvidar para ver con nuevos ojos. Algunos niños darán un paso atrás antes de dar un tremendo paso al frente.
Crecer en ciclos significa  que no solo tenemos una oportunidad de aprender algo, sino que la misma lección se nos ofrecerá una y otra vez cuando pasamos por las estaciones de nuestra vida. Hay un sentido profundo de perdón en esta forma de entender la niñez, de esta forma se quita de los padres conscientes eso de hacerlo bien la primera vez. Si no lo aprendemos de una forma lo aprenderemos de otra, pero la vida nos enseñara lo importante.
4. Estimulo no es lo mismo que indulgencia. No estamos criando reinas y reyes, estos no les va bien en nuestra sociedad. Estudios recientes han demostrado que la indulgencia realmente debilita el poder de un niño a sobrevivir, le quita motivación y disminuye el sentimiento de éxito.
Estimulo significa darle valentía a tu hijo, no hacer las cosas por ellos. Crear un contexto de soporte que abra el camino sin empujar al niño a él. Amor incondicional es el andamiaje que alienta a los niños a tomar parte, riesgos, experimentar y por supuesto fallar sin ser juzgados. A veces ser una figura importante en la vida de tu hijo significa hacerte a un lado, o atrás, para ofrecer una mano compasiva cuando las circunstancias llamen a ello, pero debes confiar en su propia e innata habilidad e ingenio.
Hay un gran espacio en el estímulo, la indulgencia por otro lado limita la libertad, infla el sentido de merecer las cosas que los niños tienen y les reduce la paciencia que necesitan para trabajar a través de los obstáculos cuando instantáneamente no se salen con la suya. La Indulgencia crea pensamiento de muy corto y pequeño alcance.

5. Hacerte enojar o empujarte a ello, es una práctica espiritual y los niños son nuestros maestros espirituales. No necesitas un viaje de meditación excesivamente caro para volverte iluminado. Tu pequeño maestro erudito está enfrente de ti y te ofrece sabiduría sin ningún costo.
Los niños ven cualquier movimiento que hacemos cuando son pequeños, nos estudian, las inconsistencias cuando tratan de entender este mundo loco. Nos preguntaran y cuestionaran por lo que vean, cuando un niño te hace enojar, recuerda son tus ideas las que está cuestionando no las suyas. Tomate el tiempo de realmente oír lo que tu hijo te está tratando de enseñar. Uno de los más grandes secretos de la paternidad es nuestra disponibilidad para transformarnos por el amor que le tenemos a nuestro hijo. Cuando estás dispuesto a ver que hacer que te enojes, abres una consciencia mucho más profunda de ti mismo que te transforma y a tu hijo en el proceso.
6. Un síntoma es la forma del cuerpo de decirnos que algo debe cambiar.
La buena medicina pregunta que trata de hacer el síntoma, en lugar de solo reprimirlo, nuestro cuerpo tiene su propia inteligencia, aunque mucha de la propaganda farmacéutica quiere convencernos de que es algo malo sentir esos síntomas. Es realmente rudo decirle al cuerpo que se calle, eso es parar los síntomas, no confiamos en la inteligencia del cuerpo, pensamos mucho y tendemos a tener miedo de lo que le pasa a nuestro cuerpo.
Pero en los niños, un síntoma como fiebre no es el problema. Lo que está causando la fiebre es el problema, la temperatura es simplemente la forma del cuerpo de lidiar con lo que le está pasando, por ejemplo, un niño con fiebre, ¿qué otros síntomas tiene? Esta alerta, juguetón, no necesitas quitarle la fiebre, a veces significa que el cuerpo está haciendo calor metabólico para movilizar el sistema inmunológico. Para ayudar al cuerpo es necesario darle fluidos calientes para que no se seque y comidas con sustancia como sopa para alimentar el fuego.
7. Estar Preparado. El moto de los niños exploradores es cierto, estar preparado, es un estado mental de estar listo, puede ser alimentado por la seguridad o por el miedo. El Doctor Cowan prefiere practicar una medicina de preparación,  no preventiva, si no preparativa, estar enfermo no significa fallar, estar sano no puede ser nunca enfermarse. La vida es un camino de altos y bajos, los niños en crecimiento viven en un constante estado de flujo. Un sistema inmunológico resistente es uno que ha aprendido a enfermarse y mejorarse. Vivir demasiado limpios nos roba de una información necesaria para estar totalmente preparados para recuperarnos.
En lugar de vivir en miedo de las enfermedades, hay formas naturales de apoyar a nuestros niños para que se recuperen de las enfermedades de forma rápida y eficiente: buena nutrición, hidratación, prebióticos, descanso y ejercicios. Pero lo más importante, en lugar de estar enfocado en cuanto se enferma tu hijo, celebra cuando esta bien.
8. Curarse toma tiempo La medicina alternativa más importante en estos días es, tome tiempo. Como sociedad somos adictos a mejoras rápidas porque no tenemos tiempo de estar enfermos. Los médicos son entrenados como un bombero glorificado, es decir acabar con las emergencias rápido y eficientemente. En las emergencias la medicina fuerte es necesaria para salvar vidas, pero la mayoría de los problemas de salud en la niñez no son emergencias. En esas circunstancias toma mas que medicina muy fuerte mejorarse, toma tiempo. Se entiende que tomar un día libre del trabajo porque un niño esta resfriado agrega stress a nuestra ya estresada vida. Pero para los niños curarse es un desarrollo del proceso para mejorar y tiene sus propias etapas.
Cuando no tomamos tiempo para recuperarnos, o no se los damos a los niños, les robamos de los pasos y etapas necesarias que necesitan para aprender de ellas a desarrollar una salud duradera. Cuando nos tomamos el tiempo para recuperarnos, la enfermedad se convierte en el camino al descubrimiento, no solo un destino, empezamos a ver nuestra salud y enfermedad como los dos lados de la misma moneda.
9. El secreto de la vida es dejar ir. La vida es un proceso de constante dar, las cosas que se empujan más allá de su momento de maduración se convierten en otra cosa, cada etapa es un desarrollo, un proceso de dejar ir,  gatear da lugar a caminar, babear da lugar a hablar. La niñez da lugar a la adolescencia. Si inspiras, espiras; comes, cagas. Cada estación, cada etapa, cada pequeño ritmo de nuestra vida es cuestión de dejar ir. Esto nos permite deshacernos de lo que no necesitamos en nuestra vida para darle espacio a nueva información. Aprender no es siempre fácil en cada niño, y cada uno de ellos tiene su propio estilo, tiempo y sistema de adaptación, la naturaleza favorece la diversidad. Recuerda honrar la naturaleza propia de tus hijos. La forma en que los niños enseñan a dejar ir es la forma en que juegan. Jugar significa dejar ir nuestras inhibiciones, nos deja ser libres y nos permite no tomarnos tan en serio.
10. Confía en ti, el experto en tu hijo eres tú.
Una de las cosas más importantes en la vida de los padres es confiar en ellos mismos. En ningún lugar del mundo esto es tan importante como cuando nace un bebe, se espera que sepamos todo y la verdad nos sentimos como que no sabemos nada. Pero los niños me han enseñado que realmente no saber nada es una oportunidad real para abrir nuestros poderes de intuición.
Padres conscientes empiezan con oír con corazón abierto la vida de tu hijo sin miedo o pánico. Los estudios han demostrado que la intuición materna es más poderosa que cualquier examen de laboratorio sabiendo que hay un problema. Lamentablemente hoy estamos inundados con información que asusta e interfiere con nuestra habilidad para oír a nuestra propia intuición. Solo piense en la arrogancia de un médico que actúa como que él sabe más de tu hijo que tú.
Toma la naricita de tu bebe, mira en sus ojos, imagina que se siente estar consciente del mundo antes que tengas lenguaje, antes que todas esas etiquetas que nos dan miedo y dividen en bueno y malo, falso, verdadero nos invadan. Los bebes no tienen enemigos. Esto es ver desde el origen, es lo que los budistas llaman la mente del que empieza, observa de cerca como tu bebe respira desde el estómago, esto es respiración Qigong, inténtalo trata de respirar como un bebe, a lo mejor encuentras las respuestas que estas esperando en tu vida.
11. Tu punto de referencia es el largo plazo, (es muy fácil caer en la inmediatez de un problema especialmente a las 2:00 a.m.
Observar a miles de niños crecer en adultos podemos ver como cosas que parecían muy grandes al os cuatro meses, o a los catorce, ya simplemente son solo una piedra del camino. Los  niños tienen una visión de largo alcance. Cuando damos un paso para atrás para ver lo más grande y toda la escena de nuestra vida, descubrimos sabiduría y compasión.