29 de abril de 2011

Desde otra perspectiva: Huracán M

Tengo una hermana que es un huracán, en el buen sentido de la palabra, su aura, su fuerza, todo es un huracán en escala  5, y como buen huracán en su paso arrastra todo lo que en principio atrajo, la considero una fuerza de la naturaleza, con ella en mente, en lugar de andar buscando mis temas voy a dejar que esto que siento por ella tome forme y cuando lo haga, estoy segura que volverán a mi las palabras perdidas. Cuando nació este huracán no tenia en mi corazón ni un ápice de compasión por este pequeño ser, al contrario, los celos furiosos fueron los que me hicieron un gran hoyo en el corazón, especialmente cuando veía a mi padre perder el enojo o hacer cosas que no hacían por mi, el punto culminante de mi enojo fue el día de la casita.  Después de años de construir pequeñas casitas con material de reciclaje a ella le construyen una a imitación de una casa inglesa en miniatura, con luz, agua, y sobre todo de ella, su lugar para hacer todas las cosas que quería, así que por mucho tiempo llore esa casita, aun de adulta que han pasado 20 años y la casita sigue allí de pie, la veía  llenándome de amargura.  Pero hoy no fue así, me pare delante de ella, y con toda la convicción posible que existe en mí le dije: ya  no me importas, no volveré nunca más a desearte, ni nunca lo que representas me consumirá. Mi hija ha de pensar que su madre se volvió loca, pero la realidad es que uno debe dejar el pasado y todo lo que lo representa, y construirse una nueva forma de vida a partir de las decisiones que uno ha tomado, así que construiré una casita para mi, solo que la mía no es material, sino mas bien es el lugar donde ahora vivo, donde estoy criando a mis hijos, donde las paredes, el cielo y todo a mi alrededor esta lleno de colores, lo favorito del día es cuando todos estamos juntos y nos recordamos de todas las cosas que hacemos, de mis disparates, o de las secuencias de caídas que tiendo a suceder, ahora mi casa es verde, tiene hiedra en toda la parte exterior, adentro tiene volcancitos de algodón de azúcar, y en mi en este vedado surco que tengo en lugar de corazón, existe una idea de tres ventanitas que nos abren parte del abismo al cual no llegaré porque la casa del patio de mi infancia, allí se quedo, en mi infancia. Nunca imagine que existieran esos instantes que son realmente iluminadores, es como que de repente te pongan lentes cuando llevas años usando los de la graduación que ya no te hace nada, pero así fue con las gafas nuevas tengo una mejor visión de lo que es mi hermana, de lo que fue mi hogar, del enojo que ya no tiene sentido y hoy de lo que quiero ese huracán.
Por lo que respecta a mi hermana, bueno siempre será mi hermana, la fuerza motora que si se le diera el mundo estoy segura lo convertiría en un mejor lugar del que es hoy, porque sobre todo tiene dos cosas que le admiro, fuerza y carácter, lo demás estoy segura lo aprendió de mi. Te amo M.  

18 de abril de 2011

Porque nunca te doy tu espacio, Gracias por esta vida O.

Tengo una extraña sensación teñida por los eventos que se suceden en mi piel, el pasado como un huracán desmiembra la cuidadosa citadela que forme alrededor. Pero hay personas que con su sola presencia me recuerdan eso que quiero olvidar, estoy en el vértice de la recta final de los cuarenta años, todavía me faltan pero voy por allí, y cuando veo en retrospectiva mi vida sé que no estoy en el estado mental cuando sucedió. Pero hoy no es pasado lo que me llena, es presente, es esto que me trasluce la piel cada segundo que pasa y por el cual estoy viviendo, alrededor mío, en mi esfera existe el equilibrio solicito del sol de las mañanas, y las sonrisas me acechan a diestra y siniestra, el sol ilumina los extremos húmedos de las sabanas donde me seque las lagrimas y el sexo no es compartido, es vivido en su total esencia. Hoy estas palabras van a su salud. Me costo verlo mucho como aparece hoy nítido en mi imagen el hombre que me salvo de mi misma, recupero los restos de mi que quedaban vacios en los rescoldos de mi vida y con su constancia y pericia me dio espacio para que en esta diminuta casa donde residimos los vivos, renaciera, con forma de tulipán, el color es extraño, pero es mi color. Ahora que el pasado y el presente colisionaron y él permaneció en mi vida, le debo por lo menos un espacio de este lugar que el me enseño completo: mi alma. Eso somos una colisión de gigantes que llenaron el cosmo con dos ideas brillantes que siguen brillando, su vida y la mía, no son articuladas como una compleja maquinaria son más como caminos paralelos que abrieron intersecciones seguidas, muy seguidas. Debo admirar al hombre que se levanta conmigo todas las mañanas y regocijarme que siga allí, especialmente después de los huracanes de mi ego, o los escombros que dejan las cucarachas, o las cicatrices que quiero cerrar, allí a mi lado, todas la mañanas su voz me dice buenos días, y es cierto, el mundo se esta cayendo a pedazos, la bolsa no se recupera, del cielo caen balas, mi chequera sigue en números rojos, pero el se levanta a mi lado, limpia el rescoldo del sueño de mis ojos, y me promete hoy, solo hoy aprenderme a amar. 

15 de abril de 2011

Desafio

Bueno que mejor que un desafío, quisiera lograr juntar por lo menos 50 personas que lean este blog, una vez es suficiente, se que no les puedo ofrecer la taza de café, o el último cepillo de dientes pero si les puedo dar algo: verdad, la mía, la tuya la de tu vecino, solo por una vez todos los que leen y no dejan comentarios, háganlo, me vasta un: hola te leí.
Gracias.

13 de abril de 2011

Lo que no pudiste

Siempre he querido publicar ha sido una constante en mi vida querer ver en blanco y century gothic mis ideas relevantes, las cartas, los poemas, y las historias, especialmente las historias, esas quería que se supieran. He escrito muchas cartas, pero acabo de encontrar una de ese tipo, del tipo que envié para que me oigan, y no me oyeron, ahora como un cierto desacierto que llamo venganza, la publico, ¿qué mas romántico que publicar lo que no quisieron leer? No puedo contar a quien la escribí,  y no espero respuesta, ya me la di yo misma.
Tomo toda una parte de mi entereza y mil tazas de café, que finalmente pudiese escribirte con las respectivas líneas que aun que tengo muy claro que quieren decir, no se exactamente como decirlo. Mandarte esto es como romper de mi espalda la espina dorsal que me sostiene y que me crezcan alas, de esas enormes que tenia Pegaso, pero no el de Homero, si no el de los Hombres X que creo son mucho más bonitas y sobre todo que me podrían servir mas. Fueron veinte minutos inolvidables, improbables y si te pudiera decir todo lo que pensé me quedaría en una estancia de las estaciones del tren esperando que llegues otra vez. Quise en un corto trayecto entregarte parte de la cotidianidad de una sirena extraviada, ahora convertida en búho, que alguna vez quiso ser golondrina y hoy sabes hoy soy arnautica. Sé que la palabra no existe, pero ¿quién dijo que seres como yo existimos? No soy nada, soy el numeral consecutivo de mi cedula de vecindad pero sabes, en el inmerso de mi espacio, rodeado de tres rosales rojos e izotes que sostienen la ladera yo soy luna, soy sol y la que limpia lagrimas, recojo estrellas y canto canciones de cuna, recojo moras dragonicas y con ellas preparo jalea que se come con los panqueques, mientras unas manos pequeñitas me prestan cajitas de polvo de hadas para poder mandar este correo.
Gracias por prestarme Afuera para encontrar los adentros de esos que vistes, y los míos también, te presento algo que se llama: Las mentiras de los instantes. (Por cierto si lo quieres todavía la red hizo lo que tú no pudiste: www.nardapoesia.blogspot.com)

12 de abril de 2011

El dentista

De las tareas mas difíciles que yo misma me impongo en mi vida es la reflexión sobre mi propia vida, esa casi metalingüística característica de la vida, reflexionar en ella por la pura reflexión, nunca salgo bien parada, o por lo menos no en los términos que a mi me gustaría, es cuando mis fobias, mis errores, mis peores defectos se magnifican y ante esto no queda mas que llorar, algunas veces, otras da lugar a mas reflexión, o algunas a la evasión, no se que dirán los psicólogos de esto, pero la verdad es que no me importa, la única seria y controversial respuesta que busco normalmente me la dan unas veladas miradas cuando de alguna forma caigo en esas terribles depresiones que tenemos los casi maniáticos como yo. Como el incidente de la cucaracha, ahora veo sombras por todos lados, racionalmente no las hay, pero puedo sentir y solo tengo ganas de gritar, y cuando esos ojos me miran, quisiera tener mas cordura de la que tengo. Es muy difícil no echarle la culpa a alguien, porque al final al único que hay que responder es a uno mismo, pero no es cierto, son peores las expectativas. Quiero verme a través de los ojos externos que hagan lo que hago por otros, pros y contras cuidadosamente delineados para poder establecer un patrón de conducta y evitar los malos hábitos, los encasillamientos, las tardes tiradas en un sofá, pero la verdad es que no hay respuesta, la verdad es que no me gusta lo que veo, y ahora realmente apoyaría esas técnicas de lavado de cerebro para sacarme de mi cabeza esa constante miseria de no sentirme nunca suficiente. Irónico, trato en momentos como este de realizar un recuento de lo que he alcanzado y saben lo que llega a suceder: nada. Nada viene a mi cabeza. No hay libros que cuenten historias, no hay historias que cuenten, no hay paletas que dibujan horizontes, ni horizontes que se lleven mi tristeza, solo estoy yo, aquí nuevamente balanceando esta maldita chequera que solo conoce el rojo últimamente.  Puedo decir que eso no me hace, es cierto, ni soy lo que tengo, lo sé, pero a veces es tan difícil cuando la cita al dentista se acerca y no vas a poder ir, ni siquiera la tuya, esta bien, la que es indispensable la de ella. Es terrible pero pienso en los miles de personas que viven en peores condiciones que yo, en esas fotos dantescas de la gente que duerme en las calles de India con pequeños bebes, en los niños que lloran en los hospitales públicos de Guatemala, un momento un brevísimo momento me embarga esa abismal tristeza, es tan abismal que casi me ahogo en ella. Pero es cierto, casi siempre me salva el amor que me tienen, me pueden presentir triste en la distancia, me abraza y me dice: todo va a estar bien, y saben por un breve momento en que estoy en sus brazos lo creo,  creo que mañana voy a encontrar esa estabilidad financiera que deseo,  el mundo va a sonreír un momento más, y que el nuevamente amanecerá conmigo. Allí acurrucada entre sus pliegues se que volvería a cometer todos los errores que he cometido si me llevan a él, pero no puedo mentirme, si haría cosas distintas,  y las haré, ¿cómo? No lo he inventado como todavía, pero me alcanzará la vida para hacerlo, sé que en el proverbial mañana cuando cuente esta historia enfrente de una audiencia, nadie me creerá que algún día vendí mis aretes para pagar el dentista.  

5 de abril de 2011

Debe nacer Narda

Pegada como un chicle debajo del escritorio la frase lleva en mi cabeza días: si tú no sabes quien eres, el mundo te lo dirá. Es una bofetada de cera, especialmente porque llevo tres meses en pelea campal a lo Waterloo conmigo misma. Hoy en clase les decía a mis alumnos que deben estar totalmente seguros de lo que son, y lo peor es que se que puedo hacer bien, pero no funciona. Puedo hacer bien tantas cosas, pero el inquilino de la azotea se arrecia contra mi especialmente cuando los fantasmas se pelean por bajarme de mi posición de equilibrio, en una mano colgados de mis dedos están todos esos estúpidos comentarios que el mundo tiende a repetir: no puedes, no debes, no, no, no, no, no, y en el otro tratando de guardar el equilibrio están todas esas pequeñas batallas ganadas: los títulos de la universidad, los niños, él, esto, y los veintidós folders que esperan ansiosos mi brutal decisión de escapar de la librera. Pero a veces me siento ante el email vacio de respuestas y no puedo más que asombrarme que permanezco en equilibrio. Mañana empieza CILCA y quiero ir, todas y cada una de las fibras de mi cuerpo quieren estar allí, pero a menos que el sobre de mañana del periódico traiga un par de billetes, no ocurrirá, porque tengo un curso en la universidad, ocho clientes que no pagan y una terrible personalidad de acero, especialmente a la hora de decir lo que pienso. La verdad dirían los economistas es un “commodity” que solo se pueden dar los ricos, los poderosos, los villanos y los nuevos tiranos que se quieren perpetuar en el poder, a los simples mortales de este mundo decir lo que pensamos en todo momento es un lujo que pagamos muy caro.  ¿A qué viene todo esto? Los años se me están pasando, cada momento que un grano de arena se ensimisma en el otro, no escribo. He perdido la cuenta de cuantos libros he leído, de cuantas cartas he escrito, o de cuantos diarios tengo guardados en la caja azul de mi oficina, lo único que todos saben de mi es esto, lo demás  me cuesta tanto compartirlo, es como regalarle un poco de tu sangre a tu vampiro favorito, sin contar que es como compartir tu vaso con agua, se puede con algunos que no te van a hacer pedazos, pero igual, te hace pedazos que este allí guardado, comido por polillas y sompopos. Pasos de bebé, poco a poco. De nuevo la voz de adentro grita no, no, te lo van a robar, no es bueno que lo miren, es una perdida de tiempo; si, pero la mirada azul me vio y me dijo: ya, es tiempo, no quiero ser olvidada, quiero que pasen los siglos, o lo que dure mi vida y en algún equidistante lugar cuando se lean mis palabras, un corazón conquistará sus miedos, un niño dará una rosa, y una palabra nuevamente  cambio el mundo. No puedo hacerlo aquí, esta es Clara, lo otro es Narda.