Llueve torrencialmente y sin
parar,
Las gotas me dejan sin poder
pensar y lo que más me llena es el ruido ominoso de mis pensamientos
descarrilados, se me confunden saliva y semen en ruedas infinitesimales de lo
que pudiese haber pasado, o de las fracciones que se desdibujan en deseos que
no sé cómo corresponder.
Deseo visceral, inmolado con
una idea tardía sobre lo que quiero, sobre lo que mi cuerpo desea, imagino
espacios, botones y dicotomías que solo se suceden cuando doy vuelta en mi
espacio y sideralmente arremeto contra alguna luna trasnochada. Quiero verte,
descaradamente en mi espacio, saberte en un momento parte de como derrapo en las
vueltas de la vida. Inaudito y nuevamente salvaje, pienso en un instante para
perder un desarme.