5 de marzo de 2013

NYFA Día 1, La introducción.



Me siento tan extraña en un lugar llenos de extrañas lagartijas que se pasean en butacas que expulsan estancias casi plásticas pero todo acá huele a profundo y me siento … solo siento, la cacofonía de las voces externas se mezcla con mi extraña salida del closet. Quisiera silencio, no las voces z<s extrañas o las consciencias ajenas, solo sé que no estoy acá, estoy en el pequeño espacio que me protege y es la primera vez que me voy a quitar la armadura armada solo de colores. Este fue mi destino siempre y las voces no me dejan recibir este momento con la solemnidad que yo quisiera, con la intensidad que desearía me llenara en algún momento. Los seres cacatúas que parlotean sin parar de todo y nada mientras no se callan no se ven el uno al otro, no soy mejor, no soy, simplemente este momento este lugar, esta apuesta se está llenando de pequeñas grietas, la dinamita no hay entrado todavía pero las cinceladas que arman el los hoyos sí. Así que regreso a la centuria gótica para recordarme de lo negro que tiene mi alma, de lo humano de mí que se pierde cada vez que otro me penetra, porque no soy yo, soy el otro, enmascarado en las mil servilletas donde he apuntado mi vida. Hoy no es una servilleta hoy son los ahorros para este provenir incierto, mi naturaleza de gitana que se avienta a la vía sin ver el tren venir. No puedo ocultarlo está en cada paso, en cada manera y en esta serena inconspicuidad, hoy quiero arte, vida, serenidad y soledad, lo demás lo tengo todos los días en otros lugares, en otras vidas. ¿Cómo se ve el torbellino que me sale por los dedos y me entra en los oídos? ¿Cómo se aturden a las arañas que se acostumbran a vivir en la oscuridad? Como me quito en tres días de trescientas noches de sumisión. Hoy las confesiones no se entienden, las intransigencias se lamentan y el coraje tan duramente convocado se me deslía entre las voces y veces de los que me rodean; sé que estoy en mi sin estarlo, en esto sin serlo y como tantas veces que me acontece no estoy aquí y me siento impostora en lo que siempre ha sido mío: yo.