24 de enero de 2012

De regreso, (Perdon la ausencia)


Se hace una masa redonda que puedo aplastar entre mis dedos, se cuela entre las grietas que me produce la nostalgia de verme sin ser lo que quiero ser. El repaso es innegable, y cuestionable, mientras esas palabras que no entiendo me taladran el alma y del cuero cabelludo se desprende de mi silencio un grito que sabe a chocolate y nieve, mientras que no logro acomodar mis pies al barro que me sostiene, la naturaleza muerta seduce mi espacio y el calor que me calentaba ahora me enfría y agobia. Nunca el trópico de capricornio me ha pateado como regresando del circulo polar. Algo se quedo pegado en el hielo de la ventanilla al ver por última vez el espacio de esa tierra que me recuerda a los cuentos de hadas. Hasta esto se ha vuelto humillante, los temas se me acumulan en el teclado y  no pretendo que la vida sea la flor de pistilos morados que se ve desde mi ventana, pero algo me encierra en el aire caliente, y me libera en frio, como si mi cuerpo respondiese mejor al hielo. No logro pasar el camino que inicie en este recorrido a mi vida pasada, lo hice por recomendación medica y aun que empecé no avanzo, es como un libro de 115 paginas y no consigo pasar de la 17, y no es por falta de esfuerzo es por esta maldita congoja que no me deja recordar, no me acuerdo, mi mente borro mi infancia de mi disco duro y aun que hay algunos flashazos no recuerdo como era a los 7 o a los 8, mucho menos a los 10. Es como tener años perdidos, pero se que estuve allí, las fotos lo prueban, empiezo a aparecer en mi memoria como a los doce, cuando empecé a escribir, allí de repente no tengo que depender de la memoria, dependo de los libros guardados en cajas de falso cristal. Pero necesito memorias anteriores que no sean de accidentes, o de golpes o de…nada.
Un amigo va a tener una hija, y fue la felicitación mas difícil que he hecho en mucho tiempo, y lo peor es que no logra comprimir lo que sufrí al escribirla (Felicitaciones espero que tu hija encuentre en ti el padre que llene su corazón de tres cosas: completo e incondicional amor para levantar el vuelo cuando se caiga, confianza para armar el mundo que  no entiende; y sobre todo que le enseñes a amarse a ella misma para que nadie nunca le diga que no es tu princesa. Un fuerte abrazo.) Cuando la releí lloré con esas lagrimas de gotas grandes y circulares que se meten entre el teclado y hacen cortocircuito, que me aturde del pasado: ¿enfrentarme al hecho de los golpes? Eso lo hice en una cama de hospital con las secuelas, ¿conocerme sin facetas? Yo lo hago, que mi alrededor viva en una bruma de quien soy realmente es vital, pero yo conozco al inquilino de la azotea, se la fuerza devastadora de su camino y también la fuerza vital de sus huracanes; ¿morirme? Siempre se muere un poco, especialmente cuando te golpean quienes te aman, o dicen hacerlo; y por lo demás estoy viva, aquí segmentada en sedimentos de tierra y agua pero viva, y no solo eso, amo cada agalla de mis palabras, cada rinoceronte que toree en mi existencia, y cada instante que vivo hoy.