24 de junio de 2013

De sexo, transgénero y otra historias conocidas


Hay en el ambiente dos campañas publicitarias que llaman mi atención, la de eres más (adjetivo calificativo) de lo que crees, y la de soy… calificando. Ambas campañas para temas de desarrollo uno la teletón otra la inclusión. Ambas han generado algo de revuelo, es más como dicen mis amigos del periodico[1]  724 personas de la ciudad no les gusta que las personas puedan decir: soy transgenero, creyente, madre y ViH Positivo. Y de la otra de esa no se dice nada, eres más bella de lo que piensas y la imagen es una persona morena, latina ¿no es el estándar de belleza entonces? ¿Qué nos haces como sociedad señalar una o motivar a otra, o no decir nada? Cualquiera que sea nuestra respuesta a estos puntos de vista generan controversia, y no estoy para pelear por alguna u otra posición, hoy como siempre quiero hacer una reflexión: ¿Qué nos hace ser humanos? La única diferencia que tenemos con los animales es el poder de pensar, eso pensar poder replantear la realidad de alguna forma coherente a un medio para que nuestro cerebro pueda procesarlo. La mente tiene habilidades interesantes, una de las que más me gustan es la habilidad de convertir ideas en conceptos para poder acceder a ellos cuando hacemos eso: pensar. Así tome usted por ejemplo “azul” estoy segura que vino a su mente un tipo específico de azul, así que puede distinguir los 2890 tipos de azul que existen, si quieres un azul que se parezca al vestido de tu mama, pero no el azul turquesa sino más bien azul pavo pero más claro, te recomiendo la guía de pantones, así que imagínate, eso solo es para describir azul, ¿pensar entonces que la categoría de bueno, malo, no pasa algo de lo mismo? Una de las causas por las cuales no tengo una profesión a alguna religión tiene que ver con los argumentos,  lo bueno de todas es muy bueno: el amor del prójimo de los cristianos, los musulmanes creen en la limosna y ayudar a otros, los budistas en la práctica de la tolerancia, indulgencia,  y amor fraternal hacia todos los hombres indistintamente, y una bondad inalterable hacia los seres del reino animal. Todas absolutamente todas tienen una búsqueda de bondad, de cómo poner en práctica una creencia, lo único que no habla ninguna es como vivir todas en paz, o la pregunta que nos hacemos hoy: ¿Cómo convivir cuando somos diferentes? ¿Cómo vivir cuando alguien no está de acuerdo con nosotros? La respuesta es larga, y Guatemala la necesita, pero debemos empezar por tres cosas que trabajar: asertividad, autoestima y responsabilidad. Cuando podamos vernos a la cara y decirnos no estoy de acuerdo contigo pero te respeto, porque yo se quién soy y no necesito que tú me lo confirmes y se las consecuencias de mis actos… entonces bueno, a lo mejor la campaña será para nosotros los que nos dedicamos a resolver: contrate asesores, ya no tienen nada que hacer.




[1] http://elperiodico.com.gt/es/20130624/pais/230140/