14 de octubre de 2014

Lluvia

Llueve torrencialmente y sin parar,
Las gotas me dejan sin poder pensar y lo que más me llena es el ruido ominoso de mis pensamientos descarrilados, se me confunden saliva y semen en ruedas infinitesimales de lo que pudiese haber pasado, o de las fracciones que se desdibujan en deseos que no sé cómo corresponder.

Deseo visceral, inmolado con una idea tardía sobre lo que quiero, sobre lo que mi cuerpo desea, imagino espacios, botones y dicotomías que solo se suceden cuando doy vuelta en mi espacio y sideralmente arremeto contra alguna luna trasnochada. Quiero verte, descaradamente en mi espacio, saberte en un momento parte de como derrapo en las vueltas de la vida. Inaudito y nuevamente salvaje, pienso en un instante para perder un desarme.