8 de mayo de 2011

Escribir respirar un espasmo al pagar.

Escribir es como respirar, ambas interacciones necesarias de sangre, cerebro y oxigeno, para mi vitales, tanto que cuando no suceden o me pasa el síndrome de la hoja en blanco es como morir de a poco a poco, comprenderán que no vivir de esta pasión es tan difícil que me quedo sin aliento, como si alguien me pegará en la boca del estomago y todavía estoy pidiendo aire para respirar.  Se que naci para esto, para que las palabras en mi vida signifiquen, cuenten, inventen, sobrevivan a mi o que simplemente sean parte, extensiones de mis largos dedos que se transmiten a todos los demás, las palabras son vida, pero hoy es un extraño impase, no vivo de las palabras en el sentido literal, una lagrima acompaña mi estancia porque se que vivo de otra parte de mi cerebro, no la parte que se sienta esas largas veladas en compañía de ustedes sino esa que trabaja 24 horas en presentaciones sobre temas nada románticos, importantes, si, pero no es esto.
Todos los seres humanos queremos dejar nuestra huella en el mundo, sabemos que nuestra sobrevivencia depende de aquellos que nos recuerden,  la fama no es mas que una forma de vida, porque todos te conocen, vives en pensamientos de muchas personas, estas en las mentes de muchos otros seres, te sabes parte de la vida de personas que no están en tu esfera pero te acompañan, vivir también es saber que vas a comer mañana y que vas a pagar todas tus cuentas, pero sobre todo que el saldo del banco que alcanza para el último wala wala. Y aun que no lo quiera, aun que me niegue a admitirlo, para mi no hay wala walas porque yo no puedo dejar esta adicción llamada palabras, de verdad, es lo único que mi mente procesa a velocidades vertiginosas, miles, millones de palabras, vocabularios, verbos, adjetivos, ordenes correctivos, palabras que riman, historias que cuentan historias, emilios que se mueren en mis brazos, ranas que se ocupan de mi jaqueca, pitufos rosados que me acechan, podría seguir con la lista interminable de mis defensas, pero la verdad, la simple, dura y terrible verdad, es que las palabras no me dan de comer, o para tal caso, sobrevivir, o tan siquiera para poder cumplir un día mas con el pago de la luz, el teléfono, las nimiedades llamadas cotidianas, pero que al final son la vida, el pan duro y el jergón en mas sentido que el  literal.
La pregunta seria entonces porque no haces eso que eres muy buena haciendo, la verdad es que lo hago,  me entrenaron para algo, soy buena en eso, he tenido experiencia  se podría decir que la capacidad no me falta, pero en cuestiones de dinero, me elude, no porque no pueda, no porque no sepa, es porque de alguna forma siempre pasa algo que no logro explicar, por ejemplo, tengo una hermosa oferta de trabajo, que la tengo confirmada desde hace un mes, es mas ya se entrego toda esa parafernalia de papeles, memos de aceptación, etcétera, ahora ¿estoy trabajando? No, lo han aplazado cuatro veces, este lunes, este lunes, pero el famoso lunes no llega, y mis pagos se siguen acumulando en el tintero, y en el peso que llevo encima, como Atlas con su mundo llevo hoy en mis espaladas los espasmos de la falta de pago.