12 de junio de 2011

Amor, Sexo, Poder y Dinero

Cuelgo el teléfono y el torbellino de ideas se agazapa en la primera conexión de mis neuronas, las ideas que siempre rebosan el espacio llenan el aire de esporas que en cualquier momento se van a explotar, el mundo se abre como una azucena y explotan las ideas. Tengo muchos días de no escribir, porque se que el papel tiene la características de los mejores psicólogos, y a veces no estoy lista para depurar un poco el alma, quiero cargar mucho tiempo la dulzona sonrisa de la satisfacción y llenarme de liquido floral el espacio que me queda de vida. No hay un solo ruido en la noche, es más los grillos han dado paso a un calor pegajoso que deja la piel llena de lagrimas y la frente de perlas, la perspiración recorre despacio el espacio de mi espalda y a mi lado ronrón me acaricia un poco el vacio.
Hace unos días salió en la prensa como un escritor (que por no hacerle publicidad) no quiero repetir su nombre, decía que la escritura de las mujeres no era meritoria de leerse, que nada de eso se puede llamar literatura. Vah, ¿Cuántos años pasarán hasta que el mundo sea realmente equitativo? O es una característica que nos gusta que permanezca así, desigual, ¿Por qué? ¿Qué nos apela tanto de que no tengamos todos el mismo nivel que otros? Los grandes motivadores del mundo siempre han sido, amor, dinero, sexo, y poder; el orden ha sido variable, así como la proporción de cada uno de ellos, pero siempre son los mismos motivadores, el ejercicio es intentar entender como cabe la desigualdad en estos tres, y el problema que encontré es que cabe en los tres, por todos los lados, por todas las esquinas. Si una persona es desigual a ti, no representa ninguna forma de amenaza a lo que ya tienes, poder, si esa persona sabe que de alguna forma es menos que tu, obtienes de ella lo que quieres, sexo, y por ende sin competencia, subyugada, la mujer será siempre menos para los hombres por las mismas variables y motivaciones de hace mil años, poder, dinero, sexo y amor.
Pero lo peor es que perpetuamos el diseño, seguimos haciendo lo mismo, sin cambios, y dejamos que nos hagan lo mismo, son las mismas madres las que entregan a sus hijas para matrimonios infantiles, o las mismas madres las que venden sus hijas para prostíbulos o las mismas madres quienes permiten que los padres violen a sus hijas con tal de que no las dejen. Hay millones de desigualdades en el mundo, todo lo extremo de una cosa cae en la otra, vivimos en un mundo donde no hay justicia, donde las cosas suceden de formas desaforadas, donde a pesar de todo lo malo, hacer la diferencia es lo que cuenta, amiga que me lee, rompa el vicio, y no crie a sus hijas igual.