Lidiar
conmigo misma es una de las tareas más difíciles que con mucha crueldad me
impongo. No hablo del examen exhaustivo al que siempre me someto, sino de esta
oleada que me ahoga. No hay a quien dirigirle la mirada acusadora porque esta
situación de vida en la que me encuentro ha sido total y absolutamente mi
decisión. La ventana de mi estudio da una pequeña enredadera que ha decidido
crecer a pesar de que constantemente la podo y no quiero que asfixie mi collar
de la reina, pero allí sigue, crece, y lo más increíble está dando frutos, unas
moras grandes, jugosas que los pájaros encantados se atiborran de ellas. Y la
sensación sigue, no me deja, ayer un pequeño atisbo me recorrió de esa sensación, es como hundirse, caer y
saber que estas rodeada de porquería, suciedad y no es el camino que tienes que
tomar. Caminar por Guatemala en el centro es un atentado, las calles son
sucias, llenas de orines, la gente no comprende que las banquetas son para
peatones no para ventas o para no dar paso, sorteas de todo tipo de cosas,
ebrios, suciedad, pedazos de tubos mal cortados de viejas señales, anuncios
tirados, vendedores de baratijas, pero lo peor esa suciedad, suciedad y más
suciedad, la gente tira la basura al suelo, barre la casa para afuera ¿no se
dan cuenta que igual la suciedad afuera afecta adentro? Cada vez que alguien
entra lleva consigo la suciedad que acaban de barrera para afuera, es irónico,
cada quien solo limpiando su pedazo ensucia mas todo. Yo escogí este país, así
es, yo escogí regresar a este lugar sucio, lleno de niñas violadas, lleno de
gente que no quiere pensar porque se sume en el alcohol o la negación, no hay más, fui yo quien tomo un avión de
regreso y al entrar al aeropuerto la Aurora, pensé en la ironía del nombre del
lugar: un nuevo comienzo de algo, belleza y la bebida por supuesto; Guatemala
es difícil de beber, o de a veces respirar, por donde veas está sucio,
congreso, ministerios, calles, entidades, bancos, no importa, lo externo es un
reflejo de nuestra alma. Y por ello me cuesta tanto navegar en esta
oleada, porque limpiar este lugar es
difícil cuando es tan difícil limpiarnos las manos.